El Mismo Cielo - Claudia Missana

Julio 2006

La residencia de Claudia Missana en Asunción, parte del interés por conocer más de la historia en común que tenemos paraguayos y chilenos: La Operación Cóndor, y la vinculación con el guión de su propia de obra; la desaparición del cuerpo. Sus visitas a los Archivos del Terror, situados en el edificio del Poder Judicial se traslucen en una escueta instalación, de un silencio abrumador. Por un lado se dejan ver versiones abstractas y vacías de las fichas de los presos políticos. Vacío que estremece ante la posibilidad de volverlos a llenar con nuevos nombres. Por otro, el boceto de un cuerpo envuelto y atado que apenas se deja ver. Un cúmulo de bolsas de arpillera, mosquiteros en espera y luces de alarma. La historia y su inminente facilidad de repetición se evidencian en este sutil llamado de atención.

Claudia Missana  - Artista en Residencia

El movimiento lateral, las conexiones artista-artista, la experiencia de construir la obra en un lugar ajeno; son algunos de los ejercicios que se practican durante una residencia de artista.

El espacio y el tiempo para abstraerse dentro del trabajo permiten reflexionar sobre la propia práctica, mientras otras miradas se posan sobre nuestro proceso de creación.

En su trabajo anterior, Missana ha recorrido la memoria y hablado de la desaparición. Con piezas matéricas (el uso recurrente de pigmentos) y sutiles (los mosquiteros), y otras más recientes donde utiliza elementos industriales (cintas reflectivas) y el net-art ha ido construyendo un discurso sobrio en torno a las huellas de la ausencia.

La residencia de Claudia Missana en Asunción, parte del interés por conocer más de la historia en común que tenemos paraguayos y chilenos: La Operación Cóndor, y la vinculación con el guión de su propia de obra; la desaparición del cuerpo.

Sus visitas a los Archivos del Terror, situados en el edificio del Poder Judicial se traslucen en una escueta instalación, de un silencio abrumador.

Por un lado se dejan ver versiones abstractas y vacías de las fichas de los presos políticos. Vacío que estremece ante la posibilidad de volverlos a llenar con nuevos nombres.

Por otro, el boceto de un cuerpo envuelto y atado que apenas se deja ver.

Un cúmulo de bolsas de arpillera, mosquiteros en espera y luces de alarma.

La historia y su inminente facilidad de repetición se evidencian en este sutil llamado de atención.

Claudia Casarino

 

El Mismo Cielo

Cuando recibí la invitación para exponer en Fundación Migliorisi, acababa de realizar una instalación en Sydney, Australia, lo que significó cruzar el océano Pacífico hacia un continente que me planteaba problemas de insularidad: una tierra rodeada de agua. Chile, al borde de América es un país que se ha definido históricamente por su aislamiento y su condición de isla, entre una inmensa cordillera, un desierto casi inexpugnable y el mar, fuente de abundancia y de desastres al mismo tiempo.

Ahora tenía el desafío de trazar una nueva línea para cruzar un mar de tierra, sin saber entonces que Paraguay se define a sí mismo como una isla rodeada de tierra.

Puede parecer difícil conectar dos lugares tan disímiles como Australia y Paraguay, el primero una sociedad  de abundancia y modernidad, el segundo, un país latinoamericano con todos los conflictos sociales y políticos de un continente construido sobre el desmantelamiento cultural del colonialismo y el lastre de una pobreza casi endémica. Pero existe una conexión en el proyecto para la Fundación Migliorisi, en la idea trabajar el tema de la amenaza de la violencia como una corriente subterránea, como un flujo de información constante e invisible, bajo la noción de “condiciones de visibilidad o invisibilidad” de la obra.

Al preparar la obra para Asunción, busqué un paralelo de las corrientes marinas que usé en el trabajo en Sydney (corrientes que ocultaron los cuerpos y la memoria; cuerpos arrojados al mar en la operación militar “Retiro de Televisores”), con las corrientes terrestres de información de la “Operación Cóndor”.

Esta instalación gráfica sensible a la luz, se basa en el dibujo y sus extensiones al espacio real, tomando la línea como diagrama para un ordenamiento perverso.

En este contexto, me interesa generar una obra con materiales sensibles a la circulación del espectador –que se revela dependiendo de su punto de vista-, en estado de inestabilidad y movimiento, en un borde entre lo invisible y lo visible.

Para mí, el blanco sobre blanco no denota un interés por un diseño minimalista, sino establecer que puede existir un lenguaje secreto (en el blanco, en la ceguera), que emerge bajo ciertas condiciones.

El dibujo para esta obra se basa en las fichas de los archivos del terror, como diagrama vaciado, susceptible de volver a llenarse de información en algún futuro.

Claudia Missana