Paraguayeame
Octubre 2011
Apuntes sobre Paraguayeame, fotos de Gustavo Di Mario
La serie de retratos de Gustavo Di Mario nos fuerzan a ver más allá del lienzo exterior y mundano. Como muchos fotógrafos, ha hecho un viaje a las profundidades de Asunción y sus bordes. Y tiene mucho de explorador, y de una extensa geografía humana, atravesada en todo momento por la ironía.
Algunas formulaciones y comentarios sobre la sociedad paraguaya contemporánea adquieren en la vista del fotógrafo argentino una fijación singular en los resortes banales de su vida cotidiana. Esta mirada foránea propone una sustancial galería de retratos, inscriptos en la tradición fotográfica de la documentación humanista.
Di Mario consigue una intimidad notable con sus retratados, a los que logra añadir espesura simbólica. Con sus desvíos imaginativos, el ensayo se va adensando con otros niveles de sentido. Tampoco hay tentativa de su parte en dramatizar o heroicizar las situaciones, las tomas son estrictamente documentativas, aunque se efectuen y planeen con la participación completa y sincera de las partes.
El proceso de esta serie también tendría la marca del humor, en el que Di Mario goza por la rica conexión de “autenticidad” que transporta la situación espontánea de “conocer” a sus modelos. Los momentos de conexión con personas en el espacio público o interiores reflejan esa espontaneidad y entrega.
Las fotografías parecen acabar de haber sucedido esta misma tarde y encajadas a presión en un instante; el verlas en esta muestra señalan el acto intenso de comunicación y reciprocidad entre el fotografiado y el fotógrafo.
El mundo privado al que también accede Di Mario se revelaría como una extensión de sí mismo, en una actitud de projimidad y cercanía. Apunta a quien, que en sus días y noches fotográficas en los suburbios periféricos de Asunción, se acerca con empatía a sus sujetos, para así sugerir otras y nuevas posibilidades narrativas a sus retratos.
Paraguayeame tiene una familiaridad y frescura que discurren en un ritmo alto. Visiones, en primera instancia mordaces; retratos carismáticos que esconden, cuando no, misterios bajo la superficie de rostros y cuerpos. Búsquedas que por azar se convirtieron, sin quererlo seguramente, en la interpretación de fragmentos de este país que quiso contarnos y contarse el fotógrafo.
Fernando Moure
Octubre de 2011
Las fotografías son resultado del trabajo que Gustavo Di Mario desarrolló durante su residencia en la Fundación Migliorisi, en Asunción-Paraguay, en el año 2010, con la colaboración de Tragaluz Espacio Transversal.