Restituir, el juego
Octubre 2018
“Yo fui hijo único, jugaba solo y fabricaba mis propios juguetes”. De esta frase, enunciada por Carlos Almeida, se desprende lo que hasta hoy día hace. Carlos Almeida tenía a su disposición en una de las casas que habitó montones de restos de cosas (siempre cerca del centro de Asunción, en una de esas calles después de Rodríguez de Francia que llamamos “proyectadas”). Sin embargo, hay algo en lo que se equivoca; Almeida no jugaba solo, jugaba –lo sigue haciendo- acompañado de la posibilidad de dotarle nueva vida a esos despojos. La compañía era la de las cosas, de sus restos, que demandaban volver a ser algo por sí mismos.
Walter Benjamin detectó una figura que le sirvió para postular varias de sus ideas. Una figura que conformaba una identidad en el París que conoció y que trabajó en sus ya célebres pasajes. Se trata de la figura del trapero que buscando en los residuos ve en el fragmento, posibilidades insondables. El trapero es un recolector que recupera lo que la sociedad de consumo ha sacado de circulación. En este sentido, su figura se alza como resistencia a esta sociedad capitalizada y busca “salvar lo que la cultura desecha y desechar lo que ella salva”, al decir de Reyes Mate1.
Benjamin alegoriza la figura del trapero y compara su trabajo con el del historiador que busca en los deshechos de la historia.
Hoy, la infancia ya pasada, el patio trasero desaparecido, Almeida, camina la ciudad. Esta es para él ese patio lleno de residuos que identifica. Partes esparcidas de algo que el proyectó a veces sin saberlo.
Existe la posibilidad de que los restos le estén susurrando a Almeida cuál es su verdadero lugar, el lugar restituido del deshecho, vuelto al ruedo del sentido: el cuerpo de un coleóptero, un tren o un insecto gigante.
Quizá, el trabajo de Almeida, podría ser leído, no como la búsqueda nostálgica de la infancia perdida, sino como una búsqueda del sentido perdido mediante una labor que bajo la óptica de los tiempos que corren podría entenderse como anacrónica. Esa búsqueda de sentido intentaría quizá inocular con fragmentos pasados el presente, para interpretarlo tal vez, para confrontar con deshecho –aquellos objetos desterrados del presente, para convertirse en ruina- la posibilidad de la propia restitución.
Lia Colombino
Octubre, 2018
1 Mate, Reyes, Medianoche en la historia. Comentarios a las tesis de Benjamin sobre el concepto de historia, Madrid: Trotta, 2006, p.13.